martes, 23 de agosto de 2011

La NO crónica del avión que nunca voló


bajo el imperativo del profesor Wilson de crear un avión en papel, trabajo bastante engorroso para alguien con tantos y tan renuentes problemas de distracción y torpeza manual, se me ocurrió hacer algo que me gustara. y dado que no conozco mucho de aerodinámica mi primera opción fue buscar -por la red- modelos de avión en papel que tuvieran el guiness record de mayor tiempo y/o distancia en vuelo. y después de una conciderable cantidad de intentos fallidos y de modelos destrozados por la incapacidad de construirlos, decidí hacer algo que me gustase, solo por placer. Así que por mi "frikismo" innato opté por el modelo en papel del X wing de starwars, por demás innecesariamente dificil. Y se preguntará mi lector de ávido iris, ¿cómo hptas hizo eso si no fue capaz cn los otros? la respuesta es sencilla, tengo un hermano menor que sí heredo los dotes manuales y le he sabido achacar dicha tarea. desafortunademente el X wing, aunque tiene muchas ventajas (posee cuatro blasters, bombas de protones y caños adaptable de protones, más velocidad que lo Tie interceptors y una unidad R2 para reparar cualquier daño) posee una terrible desventaja. En el campo aereo del tipo pragmático NO VUELA. Sin embargo, he sabido aplicar mi demagógia con mi hermano menor y ha construido dos x wing con los cuales destruimos por dos horas las bases Wookies que invadían el planeta Tatooin. y tras horas de despieste y mientras me hallaba recostado leyendo mi libro de cuentos de Borges (que nunca he terminado puesto que es mi somnifero) recordé que no había hecho un avión plausible, así que en mi imposibilidad (realmente es un caso de virilidad herida) de hacer a mi hermano construir otro. decidí construir un clásico avión con un material de buena calidad. temiendo, sin embargo, las maravillosas producciones papiroplásticas de mis compañeros, así que para hacer menos dolorosa la experiencia planeé crear en mi un estado de ebriedad tal que no tengan como achacar mi ineptitud a in innatismo sino que lo relacionen directamente a la etiología del Ron.

viernes, 25 de marzo de 2011

De amor: comedia, romance y drama





Esta es una selección de cortos que me parecen muy buenos. Para el caso, el corto, al menos para mí, es la versión audiovisual del cuento

Los libros que no se leen


Sentía cómo el asfalto le quemaba los pies a través de sus roñosos zapatos, cavilando la manera de ser leído o, más bien publicado, en alguna editorial seria. La imagen de Henry Miller se le hacía ya tan utópica, siendo su escritor favorito hacía que sintiese pasión por imitarlo.
J rechazado en todas las editoriales a las que escribía, en todos los concursos en los que participaba, en las revistas a las que escribía a diario, lo único que le quedaba era someterse a prostituir su trabajo con los cuasi intelectuales de cafetín, con los que no se llevaba muy bien,  y publicar en la editorial de la universidad a la que estaba matriculado y de la que estaba empezando a sentir repudió.
Ahora, el sonido de sus pasos al chocar contra las baldosas en las escaleras al edificio de publicaciones, era lo único que escuchaba, evitaba con extrema precaución los charcos provocados por la lluvia de la noche anterior, mezclada con las colillas abandonadas por los disque estudiantes, de la disque universidad, con pretensiones intelectuales de los que a su pesar y auto-negación, hacía parte. El chirrido de una puerta, “Idiota, se golpea antes de entrar” un paso atrás “así sí que voy a encantarle al editor” se dijo con un dejo de sarcasmo. Dos golpes seguidos, un intervalo, y de nuevo dos golpes.
-Siga
-Gracias, con permiso (¡bravo! Hipócrates)
-Siéntese. Con que Ud es el joven que quiere participar en la siguiente publicación de novela de ediciones L.U.I.S.
-Sí, así es (claro imbécil, La Universidad de Idiotas Santurrones)
-Dígame, ¿cuál es su currículum?
-¿Qué?
-Sí su currículum, su plan de estudios y sus publicaciones anteriores, me dijeron que tiene experiencia en literatura.
J solo había publicado en un fanzine auto financiado, como su cuasi universidad cuasi privada, por él y otros dos de sus amigos fracasados.
-Ah, mi plan de estudios, pues pretendo estudiar literatura hasta que me canse y publique algo para que alguien lo lea y quizá tener dinero para el “cañazo” y los garros de la noche…Ah y pues me interesaría estudiar filosofía o algo así en lo que mi trabajo dependa únicamente de lo que lea. Verá, es lo único que sé hacer, eso y embriagarme hasta no poder caminar.
Con una mirada de asco, el hombre barbado tras el escritorio lo mira, decide que es una broma y sonríe. “ya en serio, su carrera”
-Pues, vivo por la sexta con sesenta y seis, es muy gracioso porque es junto a una iglesia cristiana.
-Si viene a tomarme del pelo, puede irse por donde vino.
-¿De qué habla? Sólo le estoy contestando.
- Bien, entonces tómelo en serio, es por su bien.
-Sí claro, ¿cuánto me van a pagar?
-¿Pagar? Pero si es un bien para que lo conozcan a Ud. y es parte del proyecto de extensión de la universidad, son tiempos difíciles para las universidades privadas… eh… digo, públicas.
-Bueno, pero me imagino que tendré facilidad a todas las ediciones de la publicación, pues tengo planes para ellas.
-NO, cómo se le ocurre es muy costoso publicar un libro y para que vaya por ahí regalando lo que tanto nos costó. Olvídese sólo tendrá cinco ediciones del libro.
-Veinte.
-Esto no es una negociación
-Ah, ¿no? Entonces me voy
-¿Porque no le damos las ediciones que quiere?
-Sí
-Espere joven, no se deje llevar por cosas tan sencillas, dejémoslo en diez libros y tenga en cuenta que esa publicación será llevada a la feria del libro en la capital.
-¿La feria del libro? Pero si allá venden hasta a Carlos Cuauhtémoc y todas esas porquería de “cómo vivir siendo un fracasado con dinero.
-Pero, joven será conocido.
J asiente con un “aja”, y el editor le propone sus términos. Acto seguido la conversación continúa a lo importante.
-Bueno hombre ahora sí, hábleme de sus publicaciones anteriores.
-Publicaciones
-Sí sí, publicaciones en revistas o libros o artículos que no sea de la universidad.
-La verdad
-¿la verdad? Qué
-Nada serio uno que otro artículo en “Facebook” ¿eso cuenta?
-¿Nada de verdad?
-Bueno, bueno un Fanzine que hicimos con unos amigos y pues le enviamos cartas a varios escritores, sobre todo al nadaísta este que no sé como se llama, un pedófilo, pero nos contesto más entusiasmado su editor y finalmente no nos volvió a contactar, creo que reciben cartas así todo el tiempo.
-Bien joven, y a propósito ¿Cuánto paga Ud. de matrícula?
-¿Y eso qué tiene que ver? (“pirobo”, ya sé por dónde va la cosa)
-Pues es importante para que quede en el registro, joven no lo tome a mal.
-Cómo quiere que no lo tome a mal “hijueputa”
Acto seguido J sale de la oficina, pasa sobre el charco de cenizas y colillas, baja las escaleras, se dirige a la licorera más próxima, hurga en sus bolsillos y encuentra un billete de cinco mil y uno de mil. “deme una botella de cañi y media de Marlboro” inmediatamente cae en la cuenta de que no le alcanza “pero déjemela en seis lucas” el tipo lo mira con desdén y algo de lástima pero finalmente lo reconoce “bueno chino pero me queda debiendo mil” J sale, enciende un cigarro, descansa la botella cubierta por una bolsa negra en el pavimento y se sienta en el andén. Da el primer trago e inmediatamente divisa a su amigo Alex, el del sombrero. “tonces qué loco, ¿habló pa’ lo de la novela?” J echa una calada al cigarro y un trago de la botella “Siéntese y se la cuento”.

Ciudad de pobres corazones o de corazones y pobres

Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo.
-
Julio Cortázar-

Siempre he sido de personalidad introvertida. Pongámoslo así: de los treinta niños de mi curso de tercer grado sólo conocía a dos, uno de los cuales ya olvidé y el otro, al que le decíamos Tuto, con el único con el que intercambiaba palabras que iban más allá de: “¿me presta su borrador?” o “¿que la capital de Caquetá qué…? “. Así pues, se diría que la relación con mis padres fue cercana, pero no. Mi padre, trabajaba todo el día, a veces dos días completos, y mi mamá, trabajó de igual forma en una empresa de hilos desde que fuimos capaces de vivir solos mi hermano y yo, es decir, desde los cinco años. Ahora bien, ¿qué le queda a un niño que viva en ese entorno? jugar con lo que hay en la casa. Las cajas de los televisores que mi papá vendía eran fuertes o automóviles e incluso casas dentro de la misma casa. Las diferencias y discusiones típicas con mi hermano me llevaron a alejarme un poco de las tradicionales actividades de la vida cotidiana, hecho que me condujo a una modorra infantil a los diez años. Fecha en la que me encontré con el principito un librito con una dedicatoria doble, la primera, la de mi cumpleaños escrita a mano por mi mamá y la segunda, la del autor a su amigo un niño con la edad suficiente para ser llamado adulto, esto provocó en mí unas incipientes ganas a no dejarme intimidar por mis horribles dibujos                que luego se transformarían en desnudos e imágenes de paisajes y rostros en degradé color grafito. La adolescencia dejó una cicatriz de soledad que atribuyó a mis costumbres el ensimismamiento. Para ese entonces mi idea de conseguir libros era nula, para mí ese proceso se hallaba nulificado entre las enciclopedias de pasta gris con historias incompletas de obras famosas y por mi afán de aprender la mayor cantidad de datos curiosos e irrelevantes que pudiera así pues, sé que las ostras hembra se vuelven macho con el agua caliente o que en algún lugar de Europa alguna vez llovieron peces. A causa de mi entorno y fascinación por el dibujo me especialicé en diseño en el colegio donde me gradué bachiller, cosa que dirigió mi interés, hasta ese momento sesgado a la visión del instituto, hacia el diseño industrial. Cosa que no prosperó para un estudiante de clase media baja (teniendo en cuenta claro que la clase media en este país ya no existe). Pues bien, frustrado e interesado en seguir estudiando seguí lo que mi padre siempre le decía a mi mamá sobre mí: “Matilde, ese muchachito nunca sale, ¡parece que no supiera hacer más que leer¡” por lo que le hice caso y entré a licenciatura en español y literatura, por la afortunada guía de la profesora Martha Linares, mi profesora de español e inglés en el colegio, mujer que no sólo era de mi agrado porque todos la odiaban sino que también me dejó leer, para las clases, el libro que yo decidiera o sintiera de mi agrado. De allá para acá mi vida personal se ha mejorado bastante, mi vida familiar a evolucionado inversamente y la económica ni qué decirlo y aún así, el mejor lugar para estar sigue siendo el mismo.

Nunca les abandones

Kathy H. es consciente de que su vida llegará a su fin, pero a diferencia de nosotros, ella sabe exactamente cómo y cuándo llegará su muerte. El personaje principal en esta novela de Ishiguro[1] se enfrenta a un conflicto que se estructura con respecto al proceder de la novela de corte educativo. Y, como se ve en el transcurrir de la historia, se le forma de manera “correcta” es decir, correspondiente al contexto de su vivir social, histórico y cultural. De esta forma, Kathy descubre cómo su existencia es menospreciada. Sin embargo lo que nos compete sobre esta novela es el proceder educativo del personaje como tal, en otras palabras la educación de Kathy depende no únicamente del instituto Hailsham sino de su entorno formativo (sus compañeros, profesores, los demás “donadores”, la gente del común que la rodea e incluso lo que se le oculta) y de dicha formación “correcta” o más bien, correspondiente, es que llega a formarse un criterio definido y crítico de su vida, de tal manera que es allí donde se nos presenta el carácter trágico de la novela, el factor humano en todo su furor.

Tomando este ejemplo, anotemos las características del contexto educativo actual: los medios masivos de comunicación han facilitado el flujo de información y a su vez de conocimiento, haciendo que el educador ya no sea el “glorioso portador del conocimiento”; a su vez, las necesidades epistemológicas del hombre han evolucionado, en otras palabras, los subproductos del conocimiento humano están dando fruto y es necesario desarrollo cognoscitivo general en agregado a uno particular o específico, hecho por el cual las variantes en especializaciones se han abierto en un abanico de posibilidades de profundización muy vasto de manera que el carácter del conocimiento como absoluto, como ocurría en la época clásica, es utópico. Entendido este carácter pragmático de la educación, es necesario ahora, plantear el perfil del estudiante y del docente de forma somera. Por cuanto éste trata un paradigma que responde a dos aspectos fundamentales en el alumno, tal como lo hace notar el doctor en ciencias de la educación Lorenzo Tebar Belmonte:
Hay dos aspectos fundamentales para definir este paradigma: por una parte lograr que el alumno se implique totalmente para ser él el protagonista del aprendizaje. En definitiva es el individuo el que aprende por sí mismo: si un valor hay cercano al aprendizaje, es la interioridad. El proceso de aprendizaje es un proceso absoluto de interiorización. A la larga, cada uno aprende y se queda con su mundo interior impregnado de afectos, de odios, de frustraciones, de prejuicios o de auténtico conocimiento. El otro aspecto es la metacognición: la toma de conciencia por parte del alumno de por qué aprende o por qué no, de por qué aprende bien o mal… de cómo almacena y recupera información, de qué le cuesta más y qué le cuesta menos, de con qué estrategia aprende mejor. Esa conciencia es justamente lo que va más allá del hacer. Se suele decir que no aprendemos sino por metacognición, pues si no somos conscientes seríamos papagayos que no sabemos ni lo que decimos: no adquirimos el significado y, por lo tanto, no estructuramos nuestro pensamiento. [2]

Esto, pues, cambia por completo el carácter formativo del docente así, ya no se trata de un simple “dador de conocimiento” sino de un tutor, un guía del conocimiento, que diga sin decir, un psicólogo, pues la parte formativa de este tutor contemporáneo debe interpelar por la concepción del conocimiento y del meta-conocimiento cosa que no es nueva sino que es una visión metamorfoseada de la concepción del papel del psicoanalista de Lacan sobre el que el psicoanalista francés comenta en una de sus entrevistas[3] cuando la pregunta es sobre si dicho rol trata de decir o no (Est-ce c’est de faire dire ou de ne pas faire dire ?):

Oui, c’est ça, c’est le fameux « je ne te le fais pas dire ». Je l’avançais comme exemple que de ce qui justement spécifie ce, un langage. On ne peut pas jouer sur l’ambiguïté que comporte l’expression « je ne te le fais pas dire » qui peut dire, qui peut vouloir dire deux choses tout à fait différentes en français : « tu l’as dit » et, je me mets hors du jeu : « c’est pas moi qui te l’ai fait dire par quiconque ». C’était un exemple destiné à montrer la spécificité d’une langue entre les autres et c’était pour montrer que l’intervention soulignée, que l’intervention analytique est très typiquement ce qui fera toujours usage de cette équivoque.[4]

Así pues, el rol del educador ya no es tan simple: interpelar por el entorno del educando a partir de una formación discursiva que guía el proceder cognitivo del estudiante en una construcción individual del sujeto así como lo hace constar Tebar Belmonte en la conferencia antes citada:
Sí. Yo creo que la profesionalidad del educador tiene mucho de psicología. El educador tiene que ser un experto en procesos y tiene que darse cuenta de cómo el niño aprende a aprender, tanto como hacerle consciente de por qué aprende o por qué no. Tiene que ser capaz de ayudarle a olvidar y a construir esquemas mentales y enriquecerle de imágenes, de mapas conceptuales.
Ahora bien, retomemos: Kathy H. sabe su rol en la sociedad, de ante mano, el instituto Hailsham entiende, bajo el prejuicio social, que no tienen alma, y por ello son la educación del futuro, pues responden a las necesidades de la humanidad y lo demuestran bajo el destino trágico al que llegan además del hecho que su existencia sirve para que la creación de más sujetos como ellos sea exterminada (aunque eso no quede del todo claro en la novela) entonces, la mediación como formación de un entorno educativo responde a necesidades sociales las cuales dependen del todo, y en un principio, de un cambio radical en la estructura docente/alumno por la cual el proceso formativo dependa únicamente de este último y el educador sea una herramienta (curiosamente al estilo de Kathy H.) para el mismo y esto debe ser correspondiente al contexto histórico y social de la humanidad o por lo que menciona en su entrevista Tebar Belmonte: Hoy hay escuelas del siglo XIX, profesores del siglo XX y alumnos del siglo XXI… Hay que suplir ese desfase.



[1] [1] ISHIGURO, Kazuo. Nunca me abandones. Anagrama: Barcelona. 2009.
[2] http://www.deciencias.net/convivir/1.documentacion/D.mediacion.ADR/Mediacion_cognitiva(Lorenzo-Tebar)4p.pdf
[3] [1] Fuente original en francés: Ecole Lacanienne de Psychanalyse (Francia) www.ecole-lacanienne.net/documents/1972-10-14a.doc
[4] Sí, es eso, el famoso “no te lo hago decir”. Yo la uso como ejemplo de eso que justamente lo especifica, un lenguaje, no se puede actuar bajo la ambigüedad que trae esa expresión “no te lo hago decir” que puede decir, que puede querer decir dos cosas totalmente diferentes en francés: “tu lo has dicho” y, me pongo fuera de juego: “en consecuencia, no soy yo quien te lo ha hecho decir”. Era un ejemplo destinado a mostrar la especificidad de una lengua entre las otras y para mostrar que la intervención subrayada, que la intervención analítica es muy típicamente será eso que siempre usará este equívoco.

Del porqué guía y por qué pervertidos

Quienes aman el cine son emfermos
-François Trufaut-

Nos encontramos en una época audio visual (yo diría, postapocalíptica) la televisión, la internet, la radio -en linea- y los textos digitales abarcan gran parte de nuestro mundo. Todo lo que nos rodea es una convención de signos que están esperando ser descifrados y, de la mano, toda expresión artística es dilucidada como una expresión de lo más intimo de la psique. así pues, el objetivo de este espacio virtual (además de ser un medio para superar mi propención neófita hacia las tecnologías en desarrollo) es abrir un campo para compartir esas agrupaciones de signos que se apoderan de mi atención y, en esa medida, que cada uno de los que esté interesado en las publicaciones que se "subirán" (utilizando la jerga virtual) puedan servir para una formación intelectual más allá de los videos de Wendy Sulca, Shakira, o los melodramáticos y a la vez kistch documentales de Pirry o las pseudocrónicas que "conmueven " los hipócritas corazones de la gente. Finalmente, y por las razones antes explayadas, los que amamos cada una de estas expresiones tenemos algo de enfermos mentales, algo de pervertidos que nos hace apasionados por cada una de esas expresiones privadas e íntimas de los demás y, por qué no, de pervertidos. Así pues, esperando que no se me olvide nada, dejen que los guíe a través de las más profundas intimidades de la perversión del ser que finalmente es lo que somos.